La perfección viene de conocer a aquellos que nos aman
Hay lugares de los que se guarda un cariño especial, algunos de ellos han servido para crecer, otros para aprender, perfeccionarte, dar un salto hacia el futuro... Todo eso supone para mí el Museo Guggenheim.
Allí aprendí a gestionarme, a buscar la perfección y a asumir los errores cuando '"la cagas", pero sobre todo aprendí a mirar, primero el arte y luego la vida, desde un punto de vista diferente, con una visión analítica que siempre me impulsa a darle un par de vueltas a todo antes de conformarme o permitir que los demás se conformen.
El otro día trasteando por las redes, me encontré admirando su facebook y me dí una vuelta por su Instagram. Por supuesto se nota que es una red suuuuper profesionalizada y en la que nada que da sujeto al azar. Allí nada queda sujeto al azar.
Todos su contenido es Guggenheim puro, con su propio lenguaje, su propia visión del arte...
Ese diálogo con los amantes del Arte Contemporáneo, que no solo disfrutan de su imagen, sus colores, su factura..., se consigue porque además, sus visitantes, disfrutan de los conocimientos que poseen y de compartirlos y esa es una estrategia que aprovecha el Museo para atraparnos en su tela de araña, como Bourgeois: encuestas, preguntas sobre arte, llamadas a la acción e imágenes de nuestros favoritos.
Redes Sociales para sus incondicionales, para sus visitantes, para los que ya han estado y para los que vendrán, para los bilbainos que lo consideran su casa, para niños y mayores, para escépticos, para todos nosotros.
Y hablando de dotes de comunicación... recuerda, si te gustan mis post comenta o comparte ¡vamos a comunicarnos! ☔
¿Hay algo que nos lleve a una perfección mayor que buscar agasajar a aquellos que nos aman?